Camila de la Fuente
Practicum 1
Querer imitar
lo opuesto a lo que se consideraba “el ser honrado” es una distorsión en los
ideales que viven cada vez más los mexicanos. La cultura narco se apodera de
los estilos de vida, los anti-valores se practican religiosamente y la dignidad
humana no juega ningún papel importante. La lucha por el bien común es un mito
y hemos aquí, derrotados, queriendo ser los villanos de la historia. ¿Cuándo y
por qué ha sucedido esto?
Suena como algo loco pensar que
querer ser el villano es el ideal de muchos mexicanos, pero si analizamos, sí
tiene un sentido. Si a través de tu vida vas cumpliendo las leyes y siendo un
buen ciudadano, de valores, pero terminas pisado por los poderes sin subir la
escalera social para alcanzar el éxito y después ves al narcotraficante que
vive de la ilegalidad y la violencia, teniendo éxito y teniendo un poder
ilimitado, le hace pensar al mexicano dos veces acerca de la auto-superación y
de cómo se podría llegar a ella.
La gloria de los deshonrados es lo
que hoy llama a la sociedad a querer ser de cierta manera muy peculiar. Cuando
la impunidad es el pan de cada día y se ve triunfar el mal sobre el bien, permitiendo
a los villanos ser ricos a través de su violencia y narco-negocio y ver cómo se
aprovechan del bueno de valores, uno es prácticamente obligado a actuar por uno
mismo para defenderse. Tal cual teoría darwiniana de que el más apto sobrevive.
Si los mismos gobernantes de un país
son corruptos y también caminan al borde de la ilegalidad cada vez más seguido,
¿cómo se pretende tener a una sociedad que quiera superarse a través de los
valores?
¿Cuántos
mexicanos son exitosos por sus valores e intelectualidad? La verdad, muy pocos.
Después de vivir tanta impunidad,
corrupción y sangre, la violencia está corriendo por las venas. Querer ser el
“más macho de los machos” es lo que se predica y despilfarrar el dinero que
nunca se ha tenido. El valor de las personas se mide con el bolsillo, no por su
cabeza ni por su historia. Menos aún por sus valores.
Si desde la
cabeza gubernamental se le da más peso a la gente de dinero, ¿cómo no esperar
vivir en una sociedad que lo único que quiere es auto-superarse monetaria y no
intelectualmente?
Querer ser el villano tiene una
razón de ser muy marcada, es un efecto de cómo a través de la historia se ha
manejado el contraste de rico-pobre y de cómo los poderes no han sabido
gobernar más que por la corrupción. Es una historia en la que constantemente
gana el villano y el premio es el poder ilimitado. Un ideal de éxito que parece
un camino más fácil que el de los valores y la inteligencia.
Esta
distorsión es parte de una enfermedad social que se viene desarrollando desde
hace siglos y que el único remedio es a través de nuestra propia educación y la
de los demás. Estoy convencida de lo que dicen en el documental Narcocultura
sobre la cultura narco “ésta es un síntoma de lo derrotados que estamos como
sociedad”.
Excelente desarrollo del tema, buenos conceptos.
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