LeBron James: el nuevo máximo anotador de la NBA

 El reconocido jugador de Lakers tuvo una noche emocional e histórica frente a la leyenda Kareem Abdul-Jabbar

Erick Elías Morales Vázquez

Practicum 1

 

Si alguien tenía alguna duda, por más mínima que fuera, de que LeBron James es uno de los mejores jugadores en jugar baloncesto, ayer, 7 de febrero del 2023, “El Rey”, como muchos lo llaman, sea enfrentó contra el equipo de Oklahoma City Thunder y en ese mismo juego fue que logró superar el récord impuesto por Kareem en 1984 (38, 387 puntos) y así convertirse en el mayor anotador en la historia de la NBA.

Foto de: La Sexta

El encuentro estuvo un tanto reñido desde el inicio, sin embargo, la gran ofensiva de James hizo que para el medio tiempo simplemente lo separaran 16 puntos de superar esta marca que, tanto la mayoría de las personas como de los deportistas, creían imposible de romper.

Quedaba menos de un minuto del tercer cuarto del encuentro entre Lakers y Thunder, solamente 2 puntos apartaban a LeBron de poder hacer historia tanto en la NBA como en el baloncesto en general como deporte. Westbrook, con el balón, y James, defendido por Kenrich Williams, realizaron una jugada rápida para poder darle la posesión al entonces segundo mejor anotador de la historia de la liga, da simplemente dos botes y… la historia se reescribe en ese momento, con un fadeaway logró anotar esos puntos que le hacían falta.

El encuentro fue detenido en ese momento para poder juntar a las leyendas vivientes: James y Abdul-Jabbar, y se dieran un abrazo como forma de respeto y admiración, al mismo tiempo que el segundo mencionado le entregó un balón a “El Rey” de una forma simbólica para que, posteriormente, Adam Sylver y los dos jugadores se tomaran una foto como recuerdo.

Finalmente, el ahora máximo anotador de la NBA, ofreció unas palabras para todos los presentes en la arena, lo que provocó que él se pusiera un poco sentimental e intentó no romper en llanto mientras otorgaba su discurso. El encuentro siguió su curso después de la pequeña celebración con el mismo marcador apretado al que los Lakers, lamentablemente, no pudieran sobreponerse y obtener la victoria cayendo solamente por 3 puntos (133-130).