Vuelven los Juegos

Por: Pamela Corona
Alumna de Maestría en Comunicación

Este viernes 22 de noviembre se estrena a nivel mundial la segunda parte de la trilogía de Los Juegos del Hambre.



Una vez más regresamos al reino futurista de Panem, donde los adolescentes tienen que trabajar por ellos y por sus seres queridos, y son obligados a competir en una pelea a muerte cien por ciento televisada. 
Desde los acontecimientos de la primer película, Katniss Everdeen, es vencedora de los 74 ª Juegos del hambre, por lo que se ha convertido en una celebridad, modelo a seguir y algo parecido a un ícono para todos los distritos marginados.


Esto significa que, para el presidente Snow (interpretado por Donald Sutherland) y las clases dominantes del Capitolio, se ha convertido en un problema. Los juegos fueron diseñados para servir como una distracción para los marginados y para seguir tiranizado a los residentes de los diferentes distritos de Panem, pero la victoria de Katniss ha hecho encender la chispa para la revolución.

Durante una gira de victoria, Katniss y Peeta (Josh Hutcherson), su compañero competidor, con quien ideó un romance, y gracias a éste salieron los dos con vida, ambos ven con sus propios ojos los levantamientos que están surgiendo en todos los distritos. Ahora este año, el nuevo vigilante en jefe es Plutarch Heavensbee (Philip Seymour Hoffman), que viene para apagar el fuego de la chica en llamas, revelando a la gente de Panem que no es más que una diosa falsa y sin ninguna característica diferente a la gente del Capitolio que tanto odian. En contraste con muchas fantasías adolescentes, Los Juegos del Hambre revolucionan el tan actualmente poco respetado “Teen Movie”.

En especial “En Llamas” nos hace vivir una película de acción que no sería magnífica sin la participación de Francis Lawrence (“Soy Leyenda” “Agua para elefantes” “Constantine”) quien sustituye en sus funciones como director de Gary Ross, hace un buen trabajo de equilibrar las reflexiones de la película tanto de nuestra heroína, Katniss Eveerden y el control del Estado, dando absolutamente una narrativa mucha más veloz, que la de Gary Ross. Es evidente la influencia de “Constantine” en esta segunda entrega de Los Juegos de Hambre donde la protagonista es la Chica en llamas; podría decirse que no había un director que disfrutara trabajar tanto con fuego como Lawrence y que lo hiciera me manera exitosa.

Este año los Juegos se pondrán en marcha en un escenario tropical espeluznante, desquiciado, lleno de babuinos asesinos, bancos de niebla tóxica y lluvia de sangre. Unos juegos donde en esta ocasión, en lugar de niños y adolescentes en la arena, lucharán a muerte personas de todas las edades y habilidades: sólo vencedores de juegos pasados, así que la disputa será más despiadada y peligrosa. Algunos de ellos impresionan más que otros, pero los más memorables son Johanna (Jena Malone) y Finnick (Sam Claflin), sin embargo, todos los tributos parecen tener en cuenta que incluso cerca la muerte, todavía juegan en beneficio de las cámaras y de las reglas de este torcido “reality show” pero el drama cobra vida cuando las grietas de sus verdaderas personalidades se comienzan a mostrar.

Lo más satisfactorio de todo es la oportunidad de pasar más tiempo en este mundo fantástico, que ya no parece tan lejano, creado por Collins. Los trenes elegantes, paisajes montañosos de Panem, la ropa y la ciudad del Capitolio, las magnificas fiestas, los peinados y, sin duda, las batallas.

Los Juegos del Hambre, Es un excelente blockbuster que trata de hacer algo diferente, y que, sin duda, Francis Lawrence supera a la entrega de su predecesor y tal vez es muy pronto decirlo pero no puedo esperar para la primer parte de Sinsajo. Disfrútenla.

Dir: Francis Lawrence, Reparto: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Elizabeth Banks, Woody Harrelson, Donald Sutherland, Philip Seymour Hoffman, Stanley Tucci. Duración: 146 min.