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martes, febrero 19, 2013

Las Dos Caras de una Bala


Las dos caras de una bala

Por Claudio Ochoa Huerta

Quién iba decir que la detonación de las balas que algún día significaron libertad hacia la meta para Óscar Pistorius, hoy lo tienen tras las rejas. El emblemático atleta olímpico sudafricano compite en una carrera contra la justicia de su país luego de ser acusado de asesinar premeditadamente a su novia Reeva Steenkamp el pasado 14 de febrero.



Tras esta acusación, Pistorius aseguró en una declaración judicial leída por su abogado que el haber disparado fue un error, pues creyó que su novia era un ladrón. Sin embargo la fiscalía encargada del caso eliminó esta tesis pues asegura, basada en un testimonio, que el atleta disparó en cuatro ocasiones de manera premeditada luego de haber sostenido una pelea ininterrumpida hasta altas horas de la madrugada, por lo que no alcanzaría fianza y estaría condenado a cadena perpetua como lo marca la ley de su país en este tipo de homicidios.

Estos momentos superan, sin duda alguna, la cantidad de reflectores que atrajo Pistorius a Londres 2012 en los pasados Juegos Olímpicos donde se convirtió en el primer atleta que competía con prótesis en las piernas. Un ídolo más de las adversidades de la vida se tambalea al igual que el estadounidense Lance Armstrong quien al final recibió el empujón necesario para desvanecerse.



Emitir un juicio sin antes conocer el dictamen final por parte de las autoridades sudafricanas sobre el caso sería más que un error. Lo que es inevitable reconocer es el hambre por salir adelante que distinguió a Óscar Pistorius; un tipo que desde los 11 meses de edad sufrió la amputación de ambas piernas y aprendió a tomar el lado positivo del asunto; un tipo que desde Pekín 2008 luchó para ser aceptado en unos Juegos Olímpicos donde no logró los tiempos de calificación; un tipo que se recuperó de esa derrota personal y regresó cuatro años más tarde con una mayor sed de victoria; un tipo que hoy se encuentra en esa delgada línea entre mantenerse como ídolo o quedar manchado para siempre como asesino.


2 comentarios:

  1. Claudio, sensacional nota, me encantó el título y la manera en que desarrollaste la historia. Sin duda, con sus actualizaciones es tema para la Revista Coma del semestre!

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  2. Que triste que se den estas situaciones dentro del mundo deportivo.

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