La Corregidora de carne y hueso

Personajes de la Patria

Por Renata Curiel Riva Palacio

Dice el dicho que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, tal es el caso de Josefa Ortiz Girón, un nombre que dice poco, pero fue parte esencial del movimiento de Independencia de nuestro país. Josefa Ortiz Girón es mejor conocida como Doña Josefa Ortiz de Domínguez, “La Corregidora”, personaje clave de la lucha contra la Corona española.

En entrevista con COMA, Miguel Ángel Corona Ayala, profesor de la Escuela de Comunicación de la Universidad Anáhuac comenta que Doña Josefa se preocupaba por los mestizos, esclavos, es decir de los principales sectores de la sociedad. Ante todo fue una mujer que se adelantó por mucho a su tiempo, recordemos que en aquella época, la mujer tenía un papel básicamente secundario en la vida y mujeres como ella o Leona Vicario, se adelantan, además de ser muy cultas e intelectuales, tienen una sensibilidad social muy alta y comprenden cuáles son los problemas por los cuales atravesaba la Nueva España”, asegura el profesor Miguel Ángel Corona.

Agrega que Doña Josefa Ortiz de Domínguez fue una mujer luchadora y con una visión muy clara que era lograr la libertad, pero, para poder entender la trascendencia de esta mujer, hay que remontarnos a esos años donde era inimaginable que una mujer pudiera mantener una conversación con algún hombre, mucho menos de una guerra. En esa época las mujeres “vivían para mantener feliz al marido”, darle varios hijos y asistir con sus amigas a bailes, no para discutir temas de “suma importancia”, como religión y el chisme nuevo del pueblo.
Origen de “La Corregidora”

Conocedor del tema, por convicción propia, el profesor Corona Ayala asegura a COMA que doña Josefa no era de ese tipo de mujeres dóciles, “al contrario, ella no tomaba chocolate caliente por las tardes, sino que era muy voluntariosa, y valiente. Se convirtió literalmente en un arma para llevar a cabo la Independencia de México”.

-COMA: ¿Qué llevo a Josefa Ortiz a llegar a eso, cómo fue su vida?

-MACA: Su vida inicia el 19 de abril de 1773, en la Ciudad de México, al ser huérfana, desde chica fué cuidada por su hermana mayor, al ser criolla contó con una buena educación en el colegio de las Vizcaínas, pero a los 20 años, se casó en secreto con Miguel Domínguez, personaje que unos años adelante consiguió el cargo de corregidor de la ciudad de Querétaro, es por eso que se le conoce como “La Corregidora”.

“Su esposo tenía un cargo administrativo, y pues su trabajo representaba los interés de la corona española, y a pesar de esta circunstancia, no le importó poner en peligro su matrimonio y la vida de su propio marido, todo para poder participar de manera activa en el movimiento libertario” dice Miguel Ángel Corona.

“También permitía que en su casa se llevaran a cabo las tertulias donde se hablaba de la cultura, artes del viejo mundo a América, era un espacio para la reflexión, análisis y para proponer movimientos libertarios que dan como resultado lo que hoy llamamos México”, agregó el profesor.

Por unos tacones

Gabriela Selley, historiadora y experta en Historia de México explica a COMA que la vida de Doña Josefa era escandalosa, tuvo un amorío con el Corregidor Miguel Domínguez, antes de que éste fuera viudo, se casan hasta estar embarazada del segundo hijo. También tuvo una relación con Allende, del cual nació una hija con síndrome de Down, que mandan a un convento.

La historiadora Gabriela Selley comenta que Doña Josefa no estaba de acuerdo con la orden dada a su esposo de inspeccionar las casas de sus amigos. Esto por una denuncia en contra de los conspiradores. Miguel Domínguez tomó la decisión de encerrarla en su propia casa; pero desde ahí, con la ayuda del ruido de sus tacones, logra decirle al alcalde que debe avisarle a Allende que todo se ha descubierto y que el movimiento debía comenzar esa misma madrugada del día 16 de septiembre de 1810, cosa que así sucede.

Puedo decir, afirma Gabriela Selley, que ella fue de las pocas personas que realmente se preocupó por el pueblo y por la opresión en la que se encontraba, sin tener otra meta o interés personal, y por eso es que se le recuerda hasta el día de hoy como una mujer de gran carácter y convicción.