- Götze marco el 1-0 al minuto 113
- Klose terminó como el máximo goleador de la historia de esta competición con 16 tantos
Por: Julio César Montoya
Alumno de Comunicación
Alemania y Argentina disputaron la final de la Copa del Mundo en el
estadio Maracaná en Rio de Janeiro, luego
del tiempo reglamentario y 20 minutos del tiempo extra, Alemania anotó el único gol del partido para alzarse
con el triunfo.
Argentina buscó de la mano de Lionel Messi el campeonato, pero se les
fue negado debido al gran despliegue futbolístico que mostro el cuadro teutón.
Los alemanes se vieron abrumados por los argentinos en los primeros
minutos del encuentro pero rápidamente la bien afinada ingeniería alemana se
vio reflejada al recuperar la posesión del balón. Alemania jugo a su manera,
con pases cortos, orden en el sector defensivo y sobretodo peligrosidad.
El sello Messi |
Argentina al ataque |
Por su parte los argentinos salieron en busca de una genialidad de Lionel Messi la cual los pusiera en ventaja pero para desgracia de ellos el “10” no se hizo presente en la final. Los argentinos tuvieron varias opciones de gol que fueron ejecutadas de manera incorrecta, como un mano a mano de Gonzalo Higuaín o el mano a mano de Rodrigo Palacios, bien dice el dicho “Gol fallado, gol en contra”.
La insistencia alemana se hacia presente en el estadio Maracaná y Toni Kroos era el causante de ello ya que en dos ocasiones el mediocampista alemán erro sus disparos. Muchísimo orden fue mostrado por los alemanes quienes en todo momento buscaron de manera sistemática el gol que los pusiera adelante.
Un dubitativo Messi |
Super Mario |
Fue hasta el minuto 113 cuando Mario Götze marcó un memorable golazo, la
jugada se derivó de un centro de André Schürrle que fue controlado con
el pecho por Mario Götze quién después logro empujar la pelota y dejar a Sergio
Romero como otro espectador de su auténtico golazo, poniendo así el marcador
final de 1-0 a favor de Alemania.
EL gol de la victoria |
De esta manera los sueños de millones
de argentinos se desvanecieron mientras que en el otro lado de la moneda
millones de teutones festejaron el gol que consumó su tetracampeonato, terminando
así con la famosa maldición de “América para los americanos”.
Sin duda quién ganó el pasado domingo
fue el fútbol ya que una vez más se demostró que la continuidad en el banco
técnico, la posesión de la pelota y la perseverancia son las claves para que un
equipo logre coronarse como campeón.
Enhorabuena Alemania
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