Con la mirada perdida

Texto y fotos: Arturo Corona M.  

foto Ron Mueck

 - Ron Mueck en el Antiguo Colegio de San Ildefonso
- Termina el 5 de febrero próximo


Un artista australiano maneja con maestría el silicón, la fibra de vidrio y la resina poliéster para imitar al cuerpo humano en lo que se conoce como “hiperrealismo de alto impacto”   ALejado de la reproducción de figuras de un museo de cera, Ron Mueck domina la técnica para lograr reproducir diferentes emociones, estados de ánimo del hombre y de la mujer. Mueck no fabrica maniquíes, su concepto va mucho más allá hasta llegar a convertirse en  arte moderno.

 El artista estudia gestos, actitudes, expresiones, volúmenes y manipula varias escalas para reproducirlos,  desde un pequeño formato de unos 25 centímetros,  hasta otro de más de cuatro metros de largo.  Ron Mueck emplea texturas, colores, materiales  con detalle, habilidad y arte. Consigue imprimir vida a sus creaciones.


 



"Máscara II" 

 Presencia y ausencia es lo que Mueck logra transmitir al público con sus figuras meticulosas, enigmáticas, solitarias, que generan un acercamiento y una empatía con las obras. La exposición inicia con el autorretrato del autor, una cabeza dormida sobre su lado que parece estar roncando plácidamente. Los críticos de arte consideran esta obra titulada “Máscara II”, (2001-2002) lo más extremo del autorretrato. Como espectadores nos toca analizar cada detalle, cada expresión corporal de las nueve figuras de mirada perdida, para encontrar su significado.



"Mujer con palos"



Pasamos a la siguiente sala y nos recibe una “Mujer con palos” del 2008, figura rotunda y bien plantada que lleva una pesada carga de palos, que la hace torcer su espalda hacia atrás como para contrarrestar el peso que abraza.  Seguimos la mirada de la mujer y parece ignorarnos para concentrarse en sus varas.





 

 

"Hombre en bote"



Seguimos la muestra y vemos una lancha con una figura humana en su interior. Se trata de”Hombre en bote” de 2002. Es una persona madura desnuda, con los brazos cruzados. En una actitud muy alejada a la de un naúfrago, o de un paseante en lancha, no supe bien a bien interpretar que hacía este hombre con una impresionante mirada perdida en el horizonte,  como si estuviera en una terraza mirando el atardecer, algunos dicen que es una metáfora de la vida, un viaje sin un destino definido y puede que tengan razón, nos ignora totalmente.

En sus inicios creativos, Ron Mueck se dedicaba a fabricar botargas para Jim Hesson de los Muppets, fue guionista de cine. El cambio llegó cuando buscaba expresar algo más allá de un muñeco, y lo consiguió con maestría.



"Pareja acurrucada"



“Pareja acurrucada”, realizada entre 2005 y 2007, Mueck  logra demostrar como la cercanía física no necesariamente significar eso. Un hombre y una mujer recostados extremadamente cercanos, pero con poco contacto físico, se encuentran a años luz uno del otro. El artista plástico lo logra con las actitudes y la mirada. Como intruso, uno  se asoma a esta pareja semidesnuda para interrumpir su intimidad, pero nos encontramos dos cuerpos cercanos físicamente, pero a kilómetros de distancia uno del otro. 



"En la cama"



Así llegamos a la pieza más grande de esta serie traída a México luego de haberse exhibido en Monterrey, “En la cama”, una figura monumental de 1.6 por 6.5 por 3.9 metros realizada en el 2005. Muestra a una mujer reclinada en una gran cama, cubierta hasta el pecho con sábanas y agarrándose la cara con el brazo derecho, en una actitud pensativa.   Llama la atención su mirada. Por más que uno trata de conectar con ella, te evade, como si te saltara con la mirada,  para una total introspección.







" A la deriva"

 “A la deriva” es una de las obras más atractivas de la muestra. Según la explicación del guía, es un amigo de Mueck que le mandó la fotografía flotando en el agua sobre un colchón inflable. Basado en ella realizó esta figura. El hombre con la piel un poco bronceada, cuelga de la pared a manera de un crucifijo del siglo XVII. Es una figura de máximo realismo, tiene el cabello muy real, son injertos cabello por cabello de pelo natural, la piel muestra hasta la picadura de un insecto, luce lentes de sol y un reloj impermeable en su muñeca, de su cuello cuelga una cadena y viste una bermuda. Se dice que poco después de haber mandado la fotografía, el amigo del artista murió, es una escultura póstuma.



"Naturaleza Muerta"



Por último y para no pasar por alto, una obra que para algunos es impresionante, pero para otros como yo no me causó gran impresión, tal vez por el tema. Se trata de “Naturaleza muerta” un gigantesco pollo de dos metros de largo, tal como se ven en los mercados, desplumado, amarillo y colgando de las patas. El lugar que escogió el artista para exhibir esta figura inspirada en una visita a un mercado de Puerto Vallarta, fue la sacristía del Antiguo Colegio de San Ildefonso. Contrasta con un cuadro monumental de Antonio Vallejo, “La Adoración” del siglo XIX. El pollo muerto abre sus alas en cruz como si tuviera relación con el cuadro que adorna la sala. 

El Hiperrealismo de Ron Mueck es una colección que termina el 5 de febrero próximo en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, en Justo Sierra 16, Centro Histórico. Miércoles a Domingo de 10:00 a 18:00 horas,  martes la entrada se corre hasta las 20:00 horas, admisión general 45 pesos, la mitad estudiantes y maestros.