Hoy en dÃa nos fijamos cada vez más en lo que llevamos puesto. Ante un mundo banal, nos dejamos arrastrar por las modas, permitimos que unos zapatos hablen más acerca de nosotros que nuestras propias ideas y al igual, juzgamos de afuera hacia dentro.
En una época en donde el estilo, la clase y lo sofisticado pesan más que la individualidad, la comodidad y la naturalidad, la moda podrÃa ser el catastrófico resultado de nuestra necesidad de pertenencia.
Está claro entonces que la moda no es lo mÃo, pues en lo personal, me sigo rigiendo bajo la vieja norma: “de la moda lo que te acomoda” (que para algunos es regla de oro y para otros blasfemia), aunque irónicamente, esto no me salva de ser etiquetada junto con los demás que reniegan de la moda y pasar a volverme parte de ella, ya que ahora resulta que rehusarse a las modas, también está de moda.
Hay quienes consideran la moda un estilo de vida, pero para los más audaces es simplemente un muy buen negocio que vive de las inseguridades humanas y a su vez las alimenta.
Este negocio se ha convertido en una industria que, si le vemos el lado amable, genera empleos. Es por esto que decidà entrevistar a dos personas que no sólo viven para la moda sino que también viven de ella, para asà intentar comprender cómo se vive la moda del lado de quienes la crean, a diferencia de quienes la consumen.
En una época en donde el estilo, la clase y lo sofisticado pesan más que la individualidad, la comodidad y la naturalidad, la moda podrÃa ser el catastrófico resultado de nuestra necesidad de pertenencia.
Está claro entonces que la moda no es lo mÃo, pues en lo personal, me sigo rigiendo bajo la vieja norma: “de la moda lo que te acomoda” (que para algunos es regla de oro y para otros blasfemia), aunque irónicamente, esto no me salva de ser etiquetada junto con los demás que reniegan de la moda y pasar a volverme parte de ella, ya que ahora resulta que rehusarse a las modas, también está de moda.
Hay quienes consideran la moda un estilo de vida, pero para los más audaces es simplemente un muy buen negocio que vive de las inseguridades humanas y a su vez las alimenta.
Este negocio se ha convertido en una industria que, si le vemos el lado amable, genera empleos. Es por esto que decidà entrevistar a dos personas que no sólo viven para la moda sino que también viven de ella, para asà intentar comprender cómo se vive la moda del lado de quienes la crean, a diferencia de quienes la consumen.
El diseñador
Para esto contacté con Ricardo Aguilar, coordinador de moda, quien comienza a ser una figura significativa en este medio.
Ricardo llegó puntual a la cita, a pesar de ser delgado y algo pálido, no dejó de llenar el lugar (una cafeterÃa concurrida) con su presencia. Sin duda alguna toda una personalidad: vestido con unos jeans ajustados, camiseta blanca en cuello “V”, chamarra de piel y unos lentes obscuros, a mi gusto, un poco grandes para su cara; daba la impresión de ser alguien extrovertido y alegre.
Le pedà que me contara en qué consiste su trabajo, “lo que yo hago es coordinar la moda para diferentes medios: para editoriales, publicidad y alfombras rojas. Yo elijo qué va a usar el artista o modelo y consigo la ropa” explicó Ricardo entusiasmado, para después agregar: “me gusta imaginar a cierto artista o modelo con “X” o “Y” ropa, y cuando se las pongo y quedan convencidos y contentos, es muy satisfactorio”.
Cuando le pregunté qué es lo que más le gusta de la moda, Ricardo sin pensarlo mucho, respondió: “me gusta innovar, crear estilos, es impresionante la manera en la que una sola prenda puede influir totalmente en tu estado de ánimo, en cómo te sientes acerca de ti mismo. Hasta la persona con mejor autoestima del mundo se puede llegar a sentir incómoda si cree que no se ve bien”.
Ricardo Aguilar es una joven promesa para el mundo de la moda, que con apenas 26 años de edad ha logrado llegar a donde muchos tan solo sueñan, pero ha sido un trabajo duro y exigente, “hay dÃas en los que estoy más de 20 horas en un foro, también he tenido que trabajar enfermo, con temperatura, es agotador”, confesó el entrevistado.
Al otro lado del mostrador
Por otro lado, busqué la opinión de alguien que se encuentra en el último eslabón de la cadena de la moda: el contacto directo con el consumidor.
Manuel Guerra, vendedor de piso en Zara, me concedió unos minutos de su descanso para platicarme acerca de su perspectiva de la moda.
De aspecto impecable (traje negro y camisa blanca), se mostró sencillo y educado. Me dio la impresión de que estaba entusiasmado por la entrevista, sin embargo se notaba que tenÃa algo de prisa, asà que brevemente le pedà que me platicara un poco acerca de él y de su trabajo.
Primero le pregunté qué es lo que más le gusta de vender ropa, a lo que Manuel, con una voz suave y tranquila respondió: “me gustan muchas cosas, la gente, cuando una chica me pregunta si se le ve bien algo y me hace plática. También me gusta estar en contacto con la moda, estar al pendiente de las tendencias y ver lo que se está usando cada temporada, y pues la tienda me hace descuento, asà que muchas veces me fijo lo que se llevan varios clientes y luego yo mismo me lo compro”.
Esta respuesta me hizo reflexionar acerca de la importancia de la moda en todos los niveles, al parecer a todos les gusta vestirse bien, ya sean coordinadores de moda o vendedores de piso, todos, a su manera, la encuentran relevante.
Manuel me explicó esto mismo en una forma muy sencilla: “algunos dicen que la moda es sólo para los ricos, asà para presumir, pero yo no lo creo porque pues ya es más accesible, digo, no tiene que ser ropa del gran diseñador para que sea algo bonito. La moda es como lo que la gente sigue, para que algo esté de moda no tiene que ser caro, sólo tiene que ser usado por muchas personas”.
Aunque obviamente muestra interés por la moda, Manuel no deja de ser del equipo de “los que preferimos la comodidad”: “me gusta estar cómodo con lo que uso, me gusta lo casual. Fuera del trabajo casi siempre ando de jeans y asà los combino con una camisa o algo y yo creo que me va bien. En el trabajo tengo que usar traje, pero yo prefiero asà los jeans, más cómodo”, expresó decidido.
Tanto Ricardo como Manuel, viven actualmente de la moda y forman parte de esta industria que, nos guste o no, nos envuelve cada dÃa con mayor fuerza.
Aunque al final la moda es eso, sólo moda. Se compra, se vende, se presume, se envida, se elogia, se critica; pero tarde o temprano, pasará de moda.
Por otro lado, busqué la opinión de alguien que se encuentra en el último eslabón de la cadena de la moda: el contacto directo con el consumidor.
Manuel Guerra, vendedor de piso en Zara, me concedió unos minutos de su descanso para platicarme acerca de su perspectiva de la moda.
De aspecto impecable (traje negro y camisa blanca), se mostró sencillo y educado. Me dio la impresión de que estaba entusiasmado por la entrevista, sin embargo se notaba que tenÃa algo de prisa, asà que brevemente le pedà que me platicara un poco acerca de él y de su trabajo.
Primero le pregunté qué es lo que más le gusta de vender ropa, a lo que Manuel, con una voz suave y tranquila respondió: “me gustan muchas cosas, la gente, cuando una chica me pregunta si se le ve bien algo y me hace plática. También me gusta estar en contacto con la moda, estar al pendiente de las tendencias y ver lo que se está usando cada temporada, y pues la tienda me hace descuento, asà que muchas veces me fijo lo que se llevan varios clientes y luego yo mismo me lo compro”.
Esta respuesta me hizo reflexionar acerca de la importancia de la moda en todos los niveles, al parecer a todos les gusta vestirse bien, ya sean coordinadores de moda o vendedores de piso, todos, a su manera, la encuentran relevante.
Manuel me explicó esto mismo en una forma muy sencilla: “algunos dicen que la moda es sólo para los ricos, asà para presumir, pero yo no lo creo porque pues ya es más accesible, digo, no tiene que ser ropa del gran diseñador para que sea algo bonito. La moda es como lo que la gente sigue, para que algo esté de moda no tiene que ser caro, sólo tiene que ser usado por muchas personas”.
Aunque obviamente muestra interés por la moda, Manuel no deja de ser del equipo de “los que preferimos la comodidad”: “me gusta estar cómodo con lo que uso, me gusta lo casual. Fuera del trabajo casi siempre ando de jeans y asà los combino con una camisa o algo y yo creo que me va bien. En el trabajo tengo que usar traje, pero yo prefiero asà los jeans, más cómodo”, expresó decidido.
Tanto Ricardo como Manuel, viven actualmente de la moda y forman parte de esta industria que, nos guste o no, nos envuelve cada dÃa con mayor fuerza.
Aunque al final la moda es eso, sólo moda. Se compra, se vende, se presume, se envida, se elogia, se critica; pero tarde o temprano, pasará de moda.
Jimena y Mercedes, bien escrito su reportaje, me interesó lo que hay detrás de la moda. Aunque traten de resumirlo un tanto.
ResponderBorrarJimena y Mercedes, estoy de acuerdo con ustedes, creo que hoy en dÃa la moda es de los temas que más se utilizan.
ResponderBorrarhttp://cm3000.blogspot.com/ aqui hay actualidad..
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