Mi Amigo Enzo, típica pero disfrutable

Por Fernanda Bello
Practicum 1 

Si bien las películas con protagonistas caninos se han vuelto interesantes clásicos a lo largo de la historia del cine, tal parece que Marley y Yo (2008) se encargó de abrir las puertas para este tipo de cintas sean bien recibidas por la audiencia. Y es, también, bajo esta temática que llega a las salas Mi Amigo Enzo / The Art of Racing In The Rain (2019).

Basada en la novela homónima de Garth Stein, en este film Denny Swift (Milo Ventimiglia), un piloto de carreras que busca crecer en los circuitos, adopta a un simpático cachorrito golden retriever al que le pone el nombre de Enzo; en honor al fundador de la escudería Ferrari. El vínculo entre estos dos personajes es inmediato y evidente, fortalecido, en gran parte, por la pasión que tienen ambos por las carreras automovilísticas.

Muy pronto aparece en el panorama un personaje que da un giro de 180º al mundo de nuestra estrella canina: Eve (Amanda Seyfried), una maestra de inglés con la que Denny comenzará una relación, y más tarde una familia. De la mano de Enzo, y de sus profundas reflexiones filosóficas, iremos presenciando los cambios que debe vivir una familia cuando se enfrenta a situaciones extraordinarias, y recordando importantes lecciones de vida acerca del amor, la familia, la lealtad, la perseverancia, los sueños y la certeza de la esperanza.

Aunque este largometraje se desenvuelve de acuerdo con un guion que no destaca por su novedad u originalidad, como aquellas películas de su tipo Mi Amigo Enzo apela eficazmente a las emociones, a través de las emotivas y simpáticas situaciones con las que cualquier dueño de este tipo de mascotas se sentirá identificado.

Entre diálogos cautivadores y divertidos juegos de palabras, esta entrega es un must see para los amantes de los perros, con algunos detalles que los fanáticos de los autos y de los deportes podrán apreciar.