Julio Ruelas, Autorretrato (La crítica), sf. Tinta sobre papel. Museo de Arte Moderno INBA. |
Por Eduardo Romero Torres
Alumno de Prácticum I
“Lo monstruoso comienza al cruzar un límite. Se trata de
lo que está afuera: expulsado, descoyuntado, deforme, anómalo. Más allá de los
umbrales, y también en la intersección de ellos, el monstruo señala nuevas
formas de realidad” Daniela Tarazona. Curadora invitada
Arturo Ramírez Juárez, Las tentaciones, 1984. Tinta sobre papel. Coordinación de Literatura INBA. |
Por el pasillo único de la sala el espectador podrá
vislumbrar imágenes, cuadros, fotografías e instalaciones con cuerpos
excéntricos y terroríficos. La intención de la muestra no es levantar un
tratado de teratología, sino el de ofrecer un paseo por los avatares de lo
monstruoso en el arte.
Germán Venegas, Anhelo y penitencia, 1985. Óleo y relieve de madera sobre tela. Museo de Arte Moderno INBA. |
¿Cuándo aparecieron los primeros monstruos en la pintura
y la literatura? Preguntó el Museo de Arte Moderno a Daniela Tarazona. Ella respondió:
“Difícil rastrearlo, dada la vastedad de este concepto
indisociable de la mitología y la ficción, y posteriormente de la iconografía
satánica en el medioevo. Desde la Grecia antigua, el arte occidental se ha
poblado de criaturas escalofriantes, destinadas a recordarnos que el mal no es
un atributo ajeno a las contradicciones de la naturaleza humana y de la
civilización; hoy, bajo el efecto del cine clasificación A, dragones y bestias
peludas ya no inspiran el miedo y la repugnancia que suscitaban antaño,
despojados de sus connotaciones sobrenaturales e inmorales en la sociedad
laica”.
Metamorfosis: el animal y yo
“Toda deformidad en anunciada por un animal. Un bicho
punza con un aguijón la frente de un hombre, otro quizás haga una revelación.
Hay un pleito de perros. Aparecen seres duales, híbridos: la cabra serpiente,
un gato-pájaro en rojo o los gemelos, animales consumados cuyas intersecciones
revelan especio nuevos de significación. Lo monstruoso desdibuja lo que se lee
en los cuerpos”.
Artemio Sepúlveda, Tremendismo, 1966. Óleo sobre tela. Museo de Arte Moderno INBA. |
Ante la mirada curiosa de hombres, mujeres y niños se
muestra lo fantasmagórico y lo deforme. Lo feo y lo agresivo. Arte que revela
los verdaderos monstruos que dominan los confines mentales del artista creador.
Edouard Duval Carrie, Portrait du Centaure, 1994. Gouache y collage sobre papel. Museo de Arte Moderno INBA. |
No te olvides de visitar esta magnífica exposición en
donde podrás conocer la otra cara del arte bello conocido: criaturas
fantasmagóricas que aguardan en la oscuridad.
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